A veces tener paciencia termina con premio y esto es lo que nos pasó aquella tarde: Después de observar a los flamencos y avocetas permanecimos en silencio en el observatorio de aves, el sol se iba escondiendo y fotografiar se hacía cada vez más complicado. De repente apareció esta familia de zorros y se pusieron a jugar ante nuestros ojos. La madre no dejaba de vigilarnos.
Fotografía y video realizados en la provincia de Almería.
Asi que estos eran los zorrillos no?, eres un máquina. Un saludo desde mi terruño.
ResponderEliminarJero, estos son los famosos zorrillos. La historia que te conté será la próxima entrada. Un abrazo!!
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